La cuarta jornada nos enfrentaba a Castrillón, con la vitola de ser el único equipo invicto en la categoría, lo que duraría poco. Llegábamos con bajas importantes, pero con la ilusión y las ganas de hacer un partido serio y competitivo.
El primer cuarto comenzó con igualdad siendo la máxima diferencia únicamente de dos puntos (5-3 min 3) a favor de los locales. Para llegar al final de los primeros diez minutos con empate a 13 en el marcador. Aunque ya con una sensación extraña, fallando tiros abiertos y canastas fáciles. Esto se confirmó en el segundo cuarto, que con tan sólo 6 puntos anotados, por los 22 del rival, nos hace llegar al descanso con 35-19 en el marcador.
En la reanudación, el equipo sale con intención de cambiar la cara, y con más agresividad defensiva se consigue cortar la sangría. Pero en el minuto 27 el marcador refleja un 46-22. Una pequeña reacción (0-7) nos pone con 46-29 en el marcador. Al inicio del último cuarto, un 10-0 local cierra el partido, con 3 minutos por jugar 57-29. Desde aquí, intercambio de canastas, hasta el último minuto que por cierta relajación. Castrillón hace un 7-0 para el resultado final de 66-35.
Partido para olvidar de los nuestros en el que, aunque no dio la sensación de que la diferencia real sea la del marcador, Castrillón fue digno merecedor de la victoria. Cabe destacar, la gran diferencia para los locales entre el 2 y 4 periodo, en total un contundente 41-12. No hay nada que lamentar, un mal partido en el que no estuvimos a la altura, hay que reponer fuerzas, seguir por el camino marcado hasta ahora, y unir esfuerzos para la visita de Codema a Navia este próximo sábado.
La temporada no ha hecho más que comenzar, y este partido no debe empañar la imagen dada en los tres anteriores, pero si cómo reflexión. Ánimo y a seguir luchando y dando el 100% en la cancha.