Ayer sábado, en los prolegómenos del encuentro de nuestro equipo senior frente al C.B. Pumarín, tuvimos la ocasión de ofrecer un humilde y sencillo homenaje y reconocimiento a un deportista de pies a cabeza: Mario Fernández Gorgojo. Hace unos días, en Tallin (Estonia), nuestro amigo Mario se proclamaba Subcampeón del Mundo de Natación en Aguas Heladas, concretamente en la prueba de 450 metros. Posteriormente conseguía subirse de nuevo al podium en la prueba de los 200 metros, en esta ocasión en el tercer escalón.
Espectacular imagen de Mario en acción, tomada por el gran Jorge M. Izquierdo “Virgui”
Mario formó parte de la plantilla senior de nuestro equipo en los dos primeros años de existencia del mismo, desde 1997 hasta 1999. De pequeñito ya había practicado la natación, en un Club Natación Villa de Navia que daba sus primeros pasos, aún sin una piscina en Navia en la que entrenar; primero Xove (a 50 minutos de viaje) y posteriormente Luarca, fueron las piletas donde los niños del Club de Navia tenían que desplazarse para poder entrenar; y en verano en nuestra Ría. Esa fue la época que Mario vivió en sus primeros años en la natación. Tras su periplo en el baloncesto, y durante sus años de estudio, el waterpolo fue su deporte. Posteriormente, a través de algún compañero fue descubriendo e integrándose en el mundo del triatlón, en el que se mantuvo durante unos años, hasta que un accidente le impidió continuar en el mismo. Desde ese momento centró toda su energía en la natación, volviendo totalmente a sus orígenes.
Fruto de su inquietud y gusto por los retos las pruebas que afrontaba eran cada vez más largas, mas complicadas. La Larga Distancia es su habitat deportivo desde hace unos años, con auténticas proezas en forma de travesías de hasta 27 kms. como por ejemplo la conocida Batalla de Rande, en la cual los nadadores se adentran, saliendo de las Islas Cies, en las frías aguas de la Ría de Vigo. La última “locura” son las aguas heladas; no es una forma de hablar, la temperatura del agua en la prueba disputada en Estonia fue de 0,2º; de hecho la “piscina” consistía en recortar el hielo que había en el puerto de la ciudad. La temperatura exterior rondaba los -12º. Pocos comentarios se pueden añadir. Sólo una élite de elegidos están capacitados para poder desarrollar un deporte en esas circunstancias. Y, entre ellos, Mario fue, además, de los más rápidos.
Mario y Peif
Ayer, como decíamos al principio, quisimos tener un pequeño detalle con alguien a quien seguimos considerando como uno más de nuestra familia del CBN, y así nuestro capitán Peif le hacía entrega de un polo del Club, para posteriormente realizar el propio Mario el saque de honor del partido. Agradecemos tanto a los árbitros como a los amigos del C.B. Pumarín las facilidades para poder llevar a cabo el acto.
No podemos cerrar esta reseña sin resaltar algo que es habitual que se cumpla en los grandes deportistas, y que en esta ocasión lo hace de una manera superlativa: el hecho de que la grandeza humana de Mario es mucho mayor (y ya es dificil) que la grandeza deportiva. Si hay que felicitarlo por sus éxitos deportivos, más hay que hacerlo por ser como es, una excelente persona. Felicidades Mario.