Seis años después el CBN vuelve a pisar una Final a 4. En un emocionante choque los chicos de Carlos consiguieron completar la machada y remontaron los 4 puntos que arrastraban de desventaja tras el partido de ida del pasado sábado. Por un momento volvieron a la mente y al espíritu de los veteranos aficionados y directivos del Club las imágenes de históricos partidos del primer equipo en los años gloriosos de las 4 Finales a 4 consecutivas, como aquel de San Claudio donde se certificó la primera presencia en F4 de Nacional, y la clasificación para aquellas inolvidables fases astur-cantabras, o como el partido Final del Campeonato de 2009 en el que se consiguió el título de Nacional el primer año en que se disputaba esta categoría. Y hubo dos elementos que hacían recordar a este último, los dos presentes en ambas ocasiones: por un lado la circunstancia de que el rival era el mismo, la histórica Atlética Avilesina; y por otro la masiva presencia de aficionados naviegos que, como en aquellos años, volvieron a hacer sentir a nuestros muchachos como si jugasen en casa. Bien es cierto que los locales no estaban solos en absoluto, pues había también un buen número de aficionados avilesinos, pero el primer punto del partido fue hacer parecer el poli de La Magdalena como si fuera una cancha neutral.
Y, por si fueran pocas las dificultades que nos iba a poner el equipo rival, nada más empezar el partido se confirma la lesión de Jaime, que le impidió jugar más de cinco minutos. No estamos hablando de un jugador cualquiera; con todo el respeto a sus compañeros, se puede afirmar sin temor a equivocarse que Jaime ha sido el jugador más destacado de la temporada a excepción, claro está, del gran capitán, del MVP, Peif. Pero esta circunstancia quizás espoleó más aún las ansias de pelear el partido del resto de compañeros, y así, uno a uno, completaron seguramente el partido más completo de la temporada, teniendo en cuenta lo que había en juego, la enjundia del contendiente y la escasez de efectivos para afrontar el choque.
El primer cuarto, como sucedería durante todo el partido, se desarrolla en un pañuelo, acabando con un exiguo 17-18 para los visitantes. El mayor hándicap: las tempranas dos faltas señaladas a Maikel, auténtico valladar interior indispensable para poder frenar a sus dos ilustres veteranos y magníficos jugadores interiores, Nica y Víctor. Su hermano Héctor le suplió con más acierto que el pasado sábado, aunque adolece del físico necesario para plantar mayor resistencia a los rivales. En el segundo cuarto sin embargo, a pesar de que nada más salir a la cancha se le señala a Maikel una rigurosa tercera falta, es cuando los nuestros ponen las cartas sobre la mesa y demuestran que van a vender muy cara su piel. En el juego interior, y ante la comentada ausencia de nuestro jugador más decisivo en esa área del juego, surge imperial la figura de Gus, uno de esos jugadores que difícilmente va a meter 20 puntos o a ser la figura del ataque, pero que deja en la cancha todo lo que tiene y que en esta ocasión se fajó con las torres locales como si le fuera la vida en ello. Fue realmente conmovedor el ejercicio de pundonor y valentía con el que nuestro periodista particular despachó este encuentro, propiciando en no pocas ocasiones segundos y terceros ataques merced a sus numerosos rebotes ofensivos, lo que unido a la magnífica defensa sobre Nica hacen que sin duda sea una de las figuras del encuentro. Le ayudó en esta oscura tarea el júnior con más co… raje de Asturias; con su 1,82 pelado Pablo Díez no se corta ni un ápice en pelearse con tipos de 1,95 o 2 metros que además de eso le superan en 18 o 20 años de sabiduría y experiencia. Si en su día fue Torri, de Pumarín, quien “conoció” las virtudes del “vasco” en esta ocasión volvió a incordiar (en ocasiones desquiciar) a alguno de los renombrados interiores avilesinos, colaborando además con una magnífica canasta en un momento importante el match. En este cuarto fue también importante la aportación de Enol en ayuda de los jugadores interiores, dejando además algunas gotas de su talento en ataque, recién salido de la lesión que le impidió jugar el partido de ida.
Se llegaba al descanso pues con un esperanzador 34-41 en el luminoso, eliminatoria ya a favor, y la salida del tercero no hace otra cosa que certificar que los de Carlos no iban a bajar los brazos. Si hablábamos antes de un júnior en términos de casta y coraje, podemos ahora explayarnos y no parar con las virtudes de otro de nuestros júnior, en este caso de primer año, Charly, seguramente uno de los mejores de la categoría tal como viene demostrando durante toda la temporada con sus actuaciones en el Nacional. Un chico que acaba de cumplir los 17 y que, de siempre, atesora una clase y calidad técnica individual de sobra conocida, pero a la que añade una capacidad de trabajo y de defensa que hacen de él un elemento indispensable en el equipo. Sus triples desatascadores resultan providenciales, como el que puso un ya inquietante para los locales 40-52 en el marcador a falta de 2 minutos del tercer cuarto, desatando la euforia de la hinchada foránea y provocando un tiempo muerto local. Muy buenos minutos de intensidad y defensa, como en él suele ser habitual, de Lucas, un jugador (un paisano) modélico, que a pesar de disfrutar de pocos minutos a lo largo de la temporada siempre que sale lo hace con la misma pasión y tensión competitiva que si estuviese jugando todo el partido.
Comenzaban los que iban a ser los últimos diez minutos del curso para uno de los dos equipos con un todavía claro 47-56 en el electrónico, aunque la experiencia de otros partidos en los que la falta de fuelle fue determinante en el cuarto final hacía que la afición naviega temiese por el desenlace. Las primeras jugadas del periodo parecían corroborar este temor, con dos pérdidas de balón y dos ataques fallados que los locales aprovechan para acercarse y poner la eliminatoria de su lado (57-59). Es sin embargo en estos momentos cuando, a pesar del cansancio de haber jugado todo el partido, los dos buques insignia del conjunto, sus jugadores más experimentados, mantienen el tipo y a su equipo en la pomada.
Yardo se sobrepuso a las circunstancias, dejando para el recuerdo jugadas de enorme plasticidad (y efectividad a la vez), y ayudando a Peif en el control del juego y del tempo del partido. A 2,31 nos encontramos con un 64-70 que mantiene la incertidumbre, pues una canasta local cambiaría el sentido de la eliminatoria. Y así fue, un triple de Ariel a falta de 1,15 clasifica momentáneamente a los avilesinos (67-70); pero fue entonces, una vez más, cuando el jugador franquicia del CBN, el gran Peif, se saca de la manga un increíble triple ante la pegajosa defensa avilesina que ponía un esperanzador 67-73 con 24 segundos por jugar. Tras el tiempo muerto local, la presión de los naviegos provoca primero un nuevo saque de banda y, tras este, un robo de balón que, en el contrataque, Yardo culmina con un mate que provoca el delirio de la bancada visitante y certifica la clasificación para la Final a 4.
Partido, como decíamos al principio, emocionante de principio a fin, en el que todo el equipo rayó a gran altura, tal como hemos ido señalando, pero donde emerge indiscutible la figura de Peif.
De siempre se ha sabido que es un jugador de un talento especial para jugar a este deporte, unido a unas perfectas condiciones físicas para el puesto de base, lo que le ha hecho jugar en categorías superiores a esta. Pero estos últimos años, y muy especialmente esta temporada, hemos visto la espectacular madurez de ese talento, el liderazgo sin discusión que ejerce en el grupo, un liderazgo no impuesto, un liderazgo ganado: con su actitud, con su compromiso con el Club y con sus compañeros. Es posible que seamos parciales en el comentario, pues lo vemos todos los partidos, pero nos atrevemos a decir que en un hipotético quinteto All Star del la categoría Peif tendría cabida sin ninguna duda. Si a ello ya unimos además su forma de ser, su mano especial con lo más pequeños, hacen de él el espejo donde se miran todos los componentes de la cantera, como él hizo en su día con su ídolo, y después compañero, Jorge Rodil.
Ahora, a disputar la F4; semifinales frente al gran favorito, Gijón Basket, que es el único equipo de la Liga que no hemos ganado esta temporada. Aunque suene a sueño… la Final a 4 puede ser un gran momento para romper esa estadística. Pero de momento vamos a disfrutar de esta gran jornada, de este partido que ya entra por derecho propio en el Olimpo de los grandes partidos de los 19 años de historia de este Club.
(Fotos: Manolo Lebredo)