El equipo alevín masculino que la pasada semana conseguía hacerse con el título de Campeón de los Juegos Deportivos del Principado, refrendaba este pasado sábado su condición de mejor equipo de esta temporada con la consecución de la Copa Asturias, superando con claridad en un gran partido al equipo de OCB. Repite por tanto esta generación 2007/2008 lo conseguido hace dos años en categoría benjamín, cuando se alzaron con ambos títulos frente al Colegio Inmaculada. Conforme van subiendo las categorías van apareciendo en escena los equipos pertenecientes a los principales clubes de las grandes ciudades de nuestra Comunidad, que tienen sin duda un amplio campo de selección de jugadores al tratarse de poblaciones mucho mayores que la nuestra. Sin embargo nuestros muchachos, al igual que está ocurriendo en otras categorías mayores, mantienen de momento el tipo y siguen demostrando que con planificación, trabajo e ilusión se suple en muchas ocasiones el hándicap de no disponer de un gran número de efectivos. Sin ir más lejos de los 9 jugadores que componen el equipo, uno de ellos empezó a jugar al baloncesto en septiembre pasado, y otros dos juegan su segundo año. Si a esto añadimos la desafortunada lesión de Ale Bango, que obligó a tener que subir a benjamines para completar el plantel, comprendemos entonces el gran mérito que tiene este título. Y gran parte de este mérito tiene un nombre propio: Charly, que con la inestimable ayuda de Manu Fdez. ha sabido guiar con acierto y maestría a este grupo de niños hasta la victoria final, sin despistarse ni un segundo con los antecedentes de los enfrentamientos previos a su rival en la final. Su gestión del grupo y del desarrollo de los partidos en este decisivo fin de semana ha sido magnífico, consiguiendo llevar a los chicos al título. Consigue de esta manera el bueno de Charly redondear una espectacular temporada en la que llevó al tercer puesto a las infantiles y al título de Campeón, y por extensión a la participación en el Campeonato de España, a los muchachos del cadete. Chapeau Coach.
El primer escollo para conseguir la Copa no era sencillo, pues por cuarta vez en el transcurso de los últimos 15 días nos veíamos las caras con el finalista de la Liga, el Colegio Inmaculada, que nos había puesto en ciertas dificultades especialmente en el partido de Copa del pasado domingo. En esta ocasión sin embargo los locales salieron con las ideas muy claras, alcanzando periodo tras periodo unas ventajas que poco a poco se iban consolidando hasta alcanzar el cierre de marcador por 96-56 en el sexto final. En la otra semifinal el favorito OCB cumplía los pronósticos cerrando también el marcador en 59-18 frente al Gijón Basket. Antes de la gran final se veían las caras los dos conjuntos gijoneses en la lucha por el tercer cajón del podium, en un entretenido e igualado partido que los de Gijón Basket decantaron a su favor en el último sexto, con un engañoso resultado final de 76-54, que no refleja la disputa habida durante 40 de los 48 minutos del encuentro.
Los precedentes de la presente temporada entre los dos equipos que iban a enfrentarse en la final, que por otra parte era la esperada desde prácticamente principio de temporada, no dejaban pistas excesivamente fiables de lo que podríamos encontrarnos. Son dos equipos que han sido la base principal de la selección asturiana que tan gran papel había desempeñado en el Campeonato de España, con 4 chicos de CBN y 3 de OCB, y el conocimiento mutuo es total. El primer enfrentamiento había tenido lugar en la Copa Integra, el torneo que OCB organizó el día 1 de mayo, en el cual nuestro equipo se alzó con la victoria venciendo a los ovetenses en la final. Había una circunstancia sin embargo que podía tergiversar la sensación de superioridad de ese día, y era el hecho de que en ese torneo no había restricciones de minutos de actuación de los jugadores, y en esas condiciones Yago impuso su ley jugando todo el partido y dominando el mismo. Los dos siguientes enfrentamientos se dieron en la segunda fase de grupos de la Copa, la previa a esta Final a 4, y en ambos el equipo de Carmona cerró el marcador a su favor; en el primero, disputado en Navia, los ovetenses fueron mejores, unido a que alguno de nuestros mejores jugadores tuvo problemas de faltas e incluso fueron expulsados por 5 personales. El resultado tan abultado (56-96) parecía evidente que no reflejaba en absoluto la diferencia entre ambos equipos en condiciones normales. Tres semanas después el partido de vuelta no tenía historia con las bajas de Andy, Fran y Yago, y el resultado de 61-21 no dejaba de ser una anécdota.
Y llegado el momento de la verdad, donde realmente había que demostrar cual de los dos equipos era superior, el conjunto de Charly salió con las cosas muy claras, con cada uno de sus elementos sabiendo cual era su misión en el partido para ayudar al objetivo común y final de todos: ganar la Copa. Durante los cinco primeros sextos la diferencia no hizo otra cosa que aumentar, pues en todos y cada uno de esos parciales la victoria fue local (18-15//34-26//54-33//65-42//79-54), superando con claridad a los, por momentos, desconcertados y superados chicos de OCB. Comandados por unos inconmensurables Yago y Andy, con el equilibrio de Raúl en la dirección, el impresionante trabajo de Fran en el rebote, el acierto de cara al aro de Iker con sus dos triples y varias canastas de dos, el incansable trabajo defensivo de Pablo sobre los bases visitantes, la defensa de Pol aderezada además con un fantástico triple, y con la aportación indispensable de los más pequeños: un Rubén magnífico e intenso y un benjamín de primer año, Marcos, que con una pelea encomiable trajo a la memoria de muchos de nosotros las imágenes aún frescas de su padre Iván en esa cancha, una de las mayores leyendas de este Club. El también benjamín Dani puso su tesón y calidad en muchos de los partidos de Copa, incluida una buena actuación en las semifinales de la mañana. Con todos y cada uno de los músicos cumpliendo a la perfección con su partitura la orquesta sonó de manera afinada y empastada desde el primer compás y eso, como comentábamos más arriba, era gracias a que la batuta la manejaba un gran director.
Una cierta relajación final y una buena reacción de casta, calidad y orgullo de los de la capital acercaron el marcador hasta los 10 puntos a falta de 1 minuto 50 segundos, pero fue el canto del cisne; los últimos 10 puntos de nuestros chicos dejaban un elocuente 96-76 en el luminoso y sellaban una hermosa victoria que ponía broche de oro a una magnífica temporada; tanto de este equipo como del conjunto de la cantera del Club, que con tres títulos de Campeón (cadete y alevín masculinos, estos últimos por partida doble), un segundo puesto (junior femenino) y dos terceros (junior masculino e infantil femenino) da medida de la buena salud de nuestras categorías de formación. La próxima semana echaremos el cierre a la temporada con la XIV edición de nuestro ya clásico Torneo Mini; esperamos que se convierta de nuevo en un éxito y que todos nuestros visitantes disfruten de Navia y del baloncesto.